TawaKun: Templo de Atsuta Jingu.

Crónicas sobre Japón, su cultura, su gente, y su día a día. Aventuras y desventuras de A. Tagua.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Templo de Atsuta Jingu.

Tras dejar las cosas en la consigna de nuestro céntrico hotel de Nagoya, nos dirigimos a la que fue nuestra primera parada, Atsuta Jingu.
Puerta de acceso al Templo principal. Más alla no se puede pasar.
La creación del templo se remonta al siglo II, aunque actualmente ha sido construido de nuevo. Quiero hacer un inciso y comentaros que aquí pocas veces de restauran las cosas, más bien lo tiran, y lo hacen de nuevo. En el castillo de Nagoya he tenido oportunidad de presenciar este hecho, uno de los palacios adyacentes estaban siendo construido totalmente, como si antes no hubiese nada allí, nos permitieron entrar para ver los trabajos con toneladas de madera, será un futuro post muy curioso.

Continuando con el tema, este templo sintoista acoge la “espada”, uno de los tres Tesoros sagrados del Emperador. El espejo y las joyas, que completan este valioso legado, se encuentran en Ise, y el Palacio imperial de Tokio respectivamente. Me he informado, sobre este tema de los tesoros, yo también aprendo mucho de este país escribiendo el blog, y me he quedado alucinado con la historia, es larga de explicar, pero pinchar en este enlace (Tesoros de japón), y podréis leer muy brevemente, y bien explicado que son, y significan estos valiosos objetos. Curiosa la referencia de como se usan estos elememtos en animes como Naruto, Sailor Moon, etc.

Según recoge la leyenda, esta espada fue entregada al príncipe Yamato-Takeru. Éste la empleó para luchar contra los rebeldes del Japón oriental. Además, gracias a los poderes de este artilugio, Yamato-Takeru pudo extinguir las llamas de la pradera, incendiada por los rebeldes.
Edificio lateral. Lugar de venta de amuletos.
Este templo está considerado uno de los centros de peregrinaje más importantes del país.
Aun así, disfrutamos de un tranquilo paseo por sus inmensos jardines. Altos, y antiguos arboles dan una agradable sombra, hasta llegar al templo principal, nos vamos encontrando con pequeños templos, arboles con historia, pequeños estanques, y bonitos puentes de piedra.
Pequeño altar en medio de los jardines del templo.
Puente de piedra.
Arbol milenario.
Ya cerca del edificio principal, donde se supone, se guarda “la espada que corta la hierba”, nos damos cuenta que es un lugar donde vienen muchos matrimonios para bendecir a sus hijos,  algo así como el bautismo (ver foto primera), así como pequeños edificios aledaños donde se celebran tradicionales bodas. Muchos novios, vienen también al templo para realizar sus fotos de recién casados.
El sacerdote recibe a los novios.
Nos cruzamos en ese momento con un sacerdote, sus ayudantes, y un grupo de chicos que también trabajaban para mantener el templo en perfecto estado. Un gran ambiente tradicional, nos va acompañar esta mañana de sábado.
De camino al recibimiento.
Detalle vestidos tradicionales.
Un grupo de chicos del templo.
Paseamos tranquilamente, y nos cruzamos entonces con un muro que mando construir Oda Nobunaga, uno de los señores feudales más importantes de la ciudad de Japón, junto con Ieyasu Tokugawa, e Hideyoshi Toyotomi. Hablaré de ellos brevemente en otro momento, no estoy preparando culturalmente para esto. Este muro fue un regalo de Nobunaga, el cual se refugio en este templo, antes de partir a una batalla que parecía imposible de ganar. Rezó para poder ganarla, y tras conseguirlo erigió el muro como presente. El muro es amplio y da la vuelta al templo, aunque por trozos. (pulsad en los nombres para mas info).
Muro de Nobunaga.
Tras unas cuantas de fotos más, abandonamos el templo para seguir nuestra visita por la ciudad.

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